domingo, 25 de diciembre de 2011

NAVIDAD, UN DIA DE AGRADECIMIENTO Y TREGUA


Y ya es 25!. Y ya es Navidad!. El único día que intentamos vivirnos de una forma diferente. Olvidamos las cosas que nos preocupan, que nos asedian: la cotidianeidad, la adversidad, (o la no adversidad, no todo tiene que ser tan negativo). Es como cuando en Carnaval nos disfrazamos y adoptamos diferentes roles, en Navidad adoptamos otro rol, el de "familia", el de "felicidad", el de "Papa Nöel", el de "niño".
Seguramente muchos pensamos en días así que Navidad debería ser cada día. La ilusión, las primeras veces de .... (poner el verbo que más os guste).
Una cosa curiosa que me está llegando durante toda esta semana es que algunas personas ven estas fechas como un trámite, algo a superar, unas fechas que no dicen nada (entiendo que ninguna fecha diga algo, pero también entiendo que a cada fecha le damos un valor, nuestro valor. La gente que protesta, que se manifiesta contra las Navidades viven en la "obligación de": complacer, regalar, gastar., ahorrar. Cualquier cosa que parta de la obligación tiene una gran probabilidad de torcerse. Si pienso que "menudo aburrimiento, el 25 tengo comida familiar", es posible que me sorprenda y pase algo milagroso y me ría, disfrute y demás, pero lo más seguro es que esté demasiado condicionado como para darme cuenta de los dones que tengo delante: familia, salud, comida. Recordad, damos demasiadas cosas por sentadas.
Vuelvo un poco al caballo de batalla de la entrada anterior, la Navidad no es gasto, es agradecimiento. Y yo, personalmente, tras un año tan extremadamente duro, hoy me siento con muchas cosas que agradecer. Ni se me ocurrirá pensar que el 2012 vaya a ser mejor o peor, simplemente por un cambio de número, pero sí diré que haré lo que pueda cada día con los elementos que me vaya encontrando. La Navidad me recuerda estas pequeñas cosas. Me da estas pequeñas treguas en un mundo bastante gris. Me hace adoptar una mirada diferente, aunque sea por 24 horas, y me permite ver las cosas como la vería un niño de 18 meses... Sólo por un día, aunque si consigo estirarlo más días, habrá sido un gran triunfo y un verdadero regalo del espíritu navideño.
Por cierto, una vez más. GRACIAS!!!

domingo, 18 de diciembre de 2011

EL VERDADERO ESPÍRITU DE LAS NAVIDADES PRESENTES


Una semana falta, sólo una, para que los trineos posen en las azoteas de casa y Papa Nöel baje por nuestras chimeneas - sean reales o imaginarias -
Es probable que muchos de los que lean esta entrada piensen que "la Navidad no me dice nada". Tal vez, pero es que a mí tampoco me dice nada esta Navidad impuesta por las grandes corporaciones, en las que tenemos que consumir, consumir, y consumir. Hacer regalos, recibirlos, comer, beber, hacer de tripas corazón para enfrentarse a las interminables y (algunas) frías celebraciones familiares. Realmente, eso no es la Navidad. No para mí, y supongo que tampoco para vosotros.
Seguramente habréis oído a alguna persona mayor decir que "se ha perdido el espíritu de la Navidad" y estoy con esa afirmación. Pero en esta vida no sirve quejarse cruzado de brazos. No hace falta que cambiemos lo que significa la Navidad para el mundo, pero sí para cada uno de nosotros.
En cada entrada que hago sólo pretendo que cada uno reflexione. Doy mi punto de vista, pero cada uno debe hacer ese trabajo interno de descubrir que es lo que "resuena" en su propio interior. Con esta introducción quiero decir que debemos construirnos nuestra propia "feliz Navidad". Para cada uno de nosotros - posiblemente- se mueva según parámetros distintos de felicidad. Eso es rico y fascinante, así que os contaré en que consisten mis verdaderas Navidades.
Pienso que cada Navidad es una oportunidad de "morir y nacer", como el invierno y la primavera. Dejamos morir lo que nos ha hecho daño durante este año, que a su vez nos ha hecho más fuertes, más resistentes, y tal vez, y en cierta medida - más sabios. Dejamos guardadas las cosas buenas que nos han iluminado y nutrido durante este periodo. Eso formará parte de la información recogida en la semilla de la que renaceremos pasadas las Navidades. La Navidad tiene un alto componente de agradecimiento - y eso es lo que hemos perdido - . Agradecer a los que nos han rodeado durante este año su cariño, su amor. No hace falta hacer un gran regalo para darle las gracias. A veces, un simple "te quiero, muchas gracias por estar conmigo" puede ser el mayor regalo que uno pueda recibir!. Así que aprovecho para decíroslo, y en serio que desde la mayor sinceridad: "Os quiero, muchas gracias por compartir este espacio conmigo". Eso, para mí son las Navidades: Agradecimiento, Amor y Esperanza. Agradecimiento por seguir respirando, por levantarse cada día y poder ver lo que te rodea, oirlo, sentirlo, disfrutarlo. ¿Os parece poco, seguramente que no!?. Amor, por nuestros amigos, por nuestra familia, por aquellos desconocidos que nos dijeron algo amable o nos sonríeron en un breve instante, lo suficientemente enorme como para quedarnos marcado. Y Esperanza, por un futuro mejor que estamos construyendo ahora mismo, mientras leemos esto o lo escribimos, mientras fregamos un plato o tiramos de la cadena, mientras caminamos o conversamos con un vecino. Esperanza porque permitimos que las cosas fluyan libremente confiando en el mejor de los futuros-presente para nosotros.
Esta es mi Navidad. Esto es en lo que creo y en ello os hago partícipes, dentro de mi pequeño mundo. Feliz Navidad. Feliz Honesta y Verdadera Navidad.
Os quiero.

lunes, 12 de diciembre de 2011

CUIDADO CON NUESTRAS PRIMERAS INSTRUCCIONES!


Dicen, y no sé si sólo con la intención de consolar al afligido, que de todo lo malo se puede sacar una conclusión, un aprendizaje. No sé, tal vez sea cierto... aunque eso no quita que siga escociendo como una buena picada.
Ayer me pasó justamente eso, algo malo, una tontada; pero cuando uno está de malas, la percepción negativa sube exponencialmente.
Os pongo en antecedentes. Me tenía que despertar pronto para ir a buscar a un familiar al Aereopuerto del Prat (Barcelona). En principio, todo estaba claro "T1 - Arrivals". Como buen desconecedor de los entresijos del Aeropuerto hago lo que procede, seguir las indicaciones. Me voy a donde pone "Llegadas - Parking". Tonto como soy pensaba que eso eran dos cosas distintas y que podría parar durante unos minutos frente a la salida como sí he podido hacer otras veces en otras terminales. Pues bien, sólo veía el Parking, ningún acceso a llegadas. Salgo y vuelvo a entrar 3 veces. Los mossos que vigilaban la zona ya estaban hasta mosqueados. Salgo e intento irme a "Salidas" a ver si eso me permite acceder, pero no me da la opción. Tengo que hacer como 15 km para dar la vuelta. Segundo intento, llego a Salidas...y más de lo mismo, ningún acceso. Parecía el personaje de "Gira, Gira" de Domingo Santos (Gracias a Marta por la referencia).
No conseguí recoger al familiar. Me lo encontré pacientemente esperando en casa. (Y no, no llevaba móvil). Mi mal humor de ayer fue épico. Hoy, al despertar, y al ver la situación desde una perspectiva más sosegada me pregunté "¿Cómo es que en ninguna de las 3 veces que pasé por la terminal se me ocurrió hacer lo más fácil que era dejar el coche en el Parking?. No fue por rebeldía. Simplemente, no lo pensé. Eso me ha llevado a un interesante pensamiento - para mí, al menos - y es que ha sido un error de programación. ¿Cuál era mi "primer instrucción" totalmente autoimpuesta?. Ir a buscar al familiar directamente a la salida sin gastar un euro. Esa primera instrucción guió cada uno de mis actos y respuestas. Su falta de flexibiliad condicionó terriblemente el resultado, de tal forma que si yo hubiera partido con una primera instrucción práctica y flexible, este resultado no se hubiera dado. Si la instrucción hubiera sido por ejemplo "Ir a buscar a mi familiar AUNQUE deba dejar el coche en el parking". Posiblemente hubiera dado 1 vuelta, tal vez 2 pero a la 3 hubiera dejado el coche en el Parking, hubiera recogido al familiar a tiempo, y me hubiera ahorrado: el disgusto, los kms sin sentido, la gasolina - mi familiar el disgusto o preocupación. el taxi.
Parece una tontería pero es terriblemente importante esta enseñanza. A veces actuamos sin saber cuál es nuestra "primera instrucción" y posiblemente esta sea rígida, errónea, y "cara". Hagamos el ejercicio de encontrar algún ejemplo en nuestro día de hoy.
Bueno, os cuento las fotos. Tomadas ayer (me relaja hacer fotos) La primera es de una tienda de Sants. Parecía como las de antes (la foto no es nítida, lo siento) y la segunda es una foto de la decoración de mi ex-colegio.
El video que pondré es una tontería pero es que me ha cogido fuerte con esta canción "Taichi tarot" de Nina Hagen. Viva los 80!

jueves, 8 de diciembre de 2011

8 DE DICIEMBRE, PERDÓN POR LA OBVIEDAD


Hoy es un día muy especial para mí en muchos-muchísimos sentidos, en especial por ser fiesta :D. Bueno, no me hagáis demasiado caso.
Hoy sería el cumpleaños de mi abuela. Cumpliría 94 años (En la foto inferior, era de hace exactamente 2 años, el último cumpleaños que pudimos celebrar con ella). Supongo que en cierta manera, esta entrada es como un homenaje, un agradecimiento y una forma de destacar que nadie muere para quien le recuerda.
Le debo mucho a ella, por la forma en que manifestó su amor y su cuidado, por las cosas que me enseñó, por su forma de ser. No la tengo idealizada. Tuvo sus cosas buenas y sus cosas malas, pero está claro que su influencia sobre mi vida ha sido muy fuerte.
Me lleva a recordar estos 8 de diciembre, tradicional puerta de entrada a las Navidades. Cuando era pequeño, cogiamos nuestro Ford 125, gris (cosas de los 80), y mis padres, mis dos hermanos y yo nos subíamos a Avión  Plus-Ultra, donde vivían mis avis (abuelos). Teníamos la tradición de salir siempre tarde, la mayor parte de las veces por culpa de mi padre, que manifestaba así su desagrado por este compromiso "familiar". Llegábamos a las 2.15, aparcábamos en frente del número 6.
Subiamos las escaleras (no había ascensor), y a medida que íbamos subiendo más nos iba llegando el olor a comida al horno. Mi abuela tenía un don para la cocina. Mi padre siempre le decía que debería haber abierto un restaurante - por una vez, estoy de acuerdo con él. Nos esperaba en la puerta, elegante, pero con una bata que la cubría para no mancharse en la cocina. Le dábamos un beso de felicitación, su regalo (acostumbraba a ser una planta). Nos íbamos directos a la salita de la televisión donde esperaba el aperitivo: tónica, coca.cola, taquitos de queso, chorizo, lomo, aceitunas, patatas de churrero, almendras,
Luego era un placer comer, recuerdo sobre todo los "voulevant rellenos de gambas y champiñones" , y de segundo, o merluza rellena o medallones de solomillo de ternera con una cinta de bacon que rodeaba cada pieza, servido con una suave salsa de champiñones. Por último, el clásico pastel de "la Foix.".
Otros tiempos, pero a veces, recuperarlos es saludable.

domingo, 4 de diciembre de 2011

REVOLUCIÓN CORPORAL


Esto parece más el sprint final del Tour de France que un fin de año...
Bueno, una tontería como cualquier otra para comenzar esta entrada.
Lo que quería contaros hoy es lo increíble que es el cuerpo humano. Creo que en ningún momento previo a este año había calibrado su inteligencia innata (no racional, no mental).
Es interesante como el cuerpo percibe, intuye "ataques" del exterior (o del interior) mucho antes de que nuestra lúcida y sobreprotegida mente se de cuenta de que está en medio de una auténtica ciénaga.
El cuerpo reacciona a su previsión de estress o de ataque haciendo sonar su voz de alarma a través de todo el cuerpo, pero curiosamente, habrá martes donde esta alerta sea más fuerte, más expresiva, más sonora (dolor). Es ahí donde - a mi modesto entender - no actúa correctamente ni nuestra mente, ni nuestra medicina ortodoxa. "Nos duele, curemos el dolor". Obviamente, a nadie (casi nadie, vaya) le gusta el dolor, así que es bueno que se mitigue, pero ese es el primer paso. Hay que descubrir cuáles son causas, de dónde procede, qué nos está diciendo, de qué nos está advirtiendo.
Cuando entramos en estrés, y la mente se deja llevar por esa situación de alarma, el cuerpo no puede autogestionarse, autocurarse, autoprotegerse. El sabe hacerlo y muy bien, pero necesita que le dejen tranquilo, para que se cure así mismo, y si algún elemento le falta, -algún nutriente, algún elemento químico, lo que sea, no dudéis de que sabrá pedirlo.
El cuerpo es el gran olvidado en esta, nuestra civilización y no me refiero a ponerse fuerte o a controlar la dieta si no a saberlo escuchar, dejarlo trabajar, dejar que sienta que todo está bien para que pueda corregir lo que deba. Pensaréis que esto es una tontería pero si lo hace la propia Natulareza, bien podemos hacerlo nosotros... o es que nos consideramos tan alejados de ella como para ser diferentes. Nos han metido tantas mentiras en la cabeza que vamos como los noqueados en un combate de boxeo.
En fin. Yendo a las fotos y antes de despedir la entrada de hoy. La primera es de la vista desde casa, de hace dos o tres días. Me resultaba un marco muy navideño pese a que no hubiera ni la más mínima decoración a la vista. Y la segunda, paseo por Sarrià. Han tenido la agradable idea de cambiar la decoración de navidad y hacerla más moderna, más llamativa.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Y VA LLEGANDO LA NAVIDAD


Hoy comienza Diciembre. El último mes del año. Es inevitable echar la vista atrás y fiajrse todas las cosas que han sucedido durante estos 335 días (contando el de hoy).
Supongo que diciembre tiene sus pautas, sus pausas y guiones. Me explicaré.
Yo dividiría el mes en tres partes. La primera es la de ahora, que iría del 1 al 20 más o menos.  Y es un periodo de reflexión, de observación y de limpieza. Y digo limpieza porque seguramente queremos entrar en el nuevo año con nuevas dinámicas, nuevas energías y nuevas emociones. Esto se consigue mediante ese profundo análisis de las cosas que han sucedido en este año. Incluso de las cosas que no han sucedido.
Sería óptimo escribirlas en un papel o en word.
La segunda fase del 20 a 27 es el periodo de la Navidad. No el que se deja llevar por el consumismo, ni por la ansiedad de buscar los mejores regalos para "cumplir" con nuestras obligaciones. Es más bien una etapa de dejarse sorprender, de dejar que - de alguna forma - el verdadero espíritu de la Navidad, de las cosas imposibles nos sorprenda. No diré que con la inocencia de un niño, pero sí con la despreocupación que por una vez al año no debería hacernos daño. Es curioso que sea precisamente en estas fechas que todo el mundo vaya más estresado. Yo, personalmente, estoy cuestionándome si debo hacer regalos o no, ya que las cosas por obligación no tienen ningún sentido.
Finalmente, del 27 al 31. Cuando ya estamos preparados para recibir el nuevo año. Mejor hacerlo sin ninguna predisposición, sin ningún juicio, sin demasiadas cuestiones en la agenda, y sin demasiadas obligaciones. No os preocupéis, estas irán apareciendo poco a poco.
Me despido ya. Os explico brevemente las fotos, la primera es de la pastelería Foix de Sarrià (la de los panellets). Decorada de navidad conservando el espíritu Hänsel y Gretel. La segunda es de mi avia (abuela) a la que en dás como el de hoy echo de menos. Las dos fotos fueron tomadas en el 2006

domingo, 27 de noviembre de 2011

ES TIEMPO DE VOLAR


Muchas veces, y de esto que os voy a decir os habla un experto, damos vueltas, vueltas y más vueltas sobre las cosas que nos preocupan. Intentamos pensar cabeza arriba, cabeza abajo, caminando, navegando, volando, subidos a lomo de un elefante, y siempre nos lleva a la casilla del inicio. ¡Lo sé! Un auténtico fastidio.
Eso provoca esa frustración que para que lo visualicemos es el producto del choque entre dos placas tectónicas en nuestro interior. La primera: nuestros deseos, nuestras necesidades (que a más tiempo pasa más urgentes se hacen), la otra placa tectónica es lo que denominamos realidad - pura y dura - sin adjetivos, sin edulcorantes. Cruda. Por mucho que pensemos, por mucho que iniciemos nuevos caminos, todo sigue igual. Pues bien! Eso no es necesariamente malo. Analicémoslo desde otra perspectiva. No la de la eterna derrota contra la vida, si no con la perspectiva del aprendiz. Empecemos a estirar del hilo: Lo primero que debemos notar al llegar a esa sensación circular (quiero - no puedo) es que ya tenemos todos los elementos necesarios para pasar al siguiente "curso". No se va a producir nada diferente, no va a pasar nada. No es malo, simplemente significa que ya han venido "todos los invitados a la fiesta". Observémosles, juguemos con ellos. Veamos qué pasa.
Una vez que ya tenemos la perspectiva de que tenemos todos los ingredientes necesarios y les hemos pesado, medido. Seamos creativos. Busquemos en vez de lo que creemos que estábamos necesitando, busquemos un componente nuevo que salga de la mezcla de todos esos elementos. Me explicaré de otra forma y desde la experiencia. Muchas veces elaboramos una nueva teoría vital, la llevamos a la práctica y vemos que el resultado es el mismo. Pero llegados a este punto, lo que tenemos que hacer es poner todas las piezas en su conjunto como un puzzle. Tranquilos que si estáis en este punto no os falta ni una sóla pieza.
De aquí tiene que salir algo nuevo, no de una teoría (como un sólo ingrediente) si no de la suma de elementos. Sed creativos, probad, dejad que la intuición, las emociones, el propio cuerpo hablen. Pensamos que el pensamiento es algo único, pero en nuestro ser se manifiestan un montón de energías disitintas (pensamientos, emociones, deseos, necesidades, razón, locura, el cuerpo, los sueños, la intuición, el vacío, esa vocecita a la que raramente escuchamos.... mil energías! Pues bien. Todas aportan algo y es la suma de todas la que nos va a dar la clave para pasar al siguiente curso.
Lo más fascinante es saber que si sentís esa contradicción entre ser y deber ser, es que en el fonso vuestro interior sabe (la suma de energías, vaya) que podéis conseguirlo, podemos, vaya. No es un juego, es algo serio. Es en el fondo lo que da sentido a cada una de nuestras vidas. Conseguir lo que nos da plenitud.
Por eso he escogido las dos fotos de hoy. la primera de un avión, que nos permite volar, ver las cosas con perspectiva y la segunda, ver las cosas desde el aire, cada parcela de nosotros mismos.  Es hora de ponerse a volar, el tiempo corre...

miércoles, 23 de noviembre de 2011

THERE IS NO SPOON


Llevo unos días que tengo la mente puesta en otro sitio, en otro lugar, en otro tiempo. Eso no es malo si no se idealiza lo malo y se relativiza lo bueno.
La cuestión que quería contar en esta entrada es lo siguiente: las creencias que nos definen. Las de verdad, no las que camuflamos entre medias mentiras, medias verdades y silencios. Esas creencias sobre cada uno de los campos en los que nos definimos. Ya he hablado alguna vez sobre las creencias. Son nuestro software, nuestra programación con la que hacemos cada acto, desde levantarnos hasta acostarnos.
Supongo que habrá gente que se sienta cómodo con esas creencias, pero no es mi caso. Una cosa que quiero aclarar es que cuando hablo de creencias no hablo de fe, ni de creer en Dios o dejar de creer.
Hablo de algo mucho más mundano, más práctico, y que nos toca de lleno a cada instante. Son las expresiones, sinceras, honestas que salen desde nuestro interior y que - aunque sea con toda su buena fe - nos limitan, me limitan. Digo que son sinceras, honestas aunque perjudiciales porque salen tanto de nuestro sentimiento, de nuestras emociones, como de una estructura de pensamiento creada y protegida durante años y años de nuestra vida, con pautas repetitivas, cansinas y todos los adjetivos que deseéis ponerle.
Estas creencias se pueden -¡cielos!¡se deben! - cambiar. Nos basamos en una premisa que considero incorrecta y es que lo que tiene que venir, el futuro, el devenir, el mañana, se regulará por las mismas reglas del ayer, del pasado, de lo que ya no existe. El punto interesante es que esto lo vemos cada día, aunque lo "normalicemos" en un instante. Prueba de ello es escribir en un blog y colgarlo para que 7.000.000.000 de personas puedan leerlo (querrán o no hacerlo, pero la posibilidad existe). Poco me podría imaginar hace 10 años que lo estaría haciendo. Sólo hablo de 10 años. Lo estamos haciendo al revés.... miramos atrás para encontrar respuestas del desconcertante futuro. Eso puede estar bien si de ahí extraemos las lecciones que necesitamos, pero no para fijar una "segunda residencia mental".
Volviendo por un instante a las creencias. Debemos conocerlas, y como digo siempre, observarlas. Como decían en Matrix, "No intentes doblar la cuchara, esos es imposible, sólo si aceptas la realidad...que es que eres tú el que se dobla". Es una de las frases más interesantes y fascinantes que he escuchado nunca y mi punto es que esa es la realidad, la creencias que debemos trabajar. Os pondré un ejemplo. Me siento fatigado, y no es que esté haciendo cada día un esfuerzo sobre humano. Cuando duermo, caigo profundo... Y como necesito entender el por qué de las cosas, intenté descubrirlo también en este caso: descartadas las posibilidades físicas (alimentación, salud, etc), me di cuenta que estaba pensando demasiado, y que eso me hacía (qué generoso soy conmigo mismo al ponerlo en pasado)... pues eso, que me hacía quedarme literalmente sin energía. ¿qué creencia se está moviendo aquí? me pregunté. Y en seguida llegué a la conclusión "mi creencia es que el cuerpo no importa". Vuelvo a repetir, es una creencia limitativa, por tanto errónea, pero es honesta, sincera, "real", y "verdadera", en cuanto a que realmente siento eso y está en mi programación diaria, rutinaria. Así que aquí están mis deberes para hoy. Identifiquemos cada campo de nuestra vida: salud, dinero, relaciones, estudios, trabajo, cuerpo, familia, pareja, etc (a más mejor) y veamos cuáles son programas. Sólo observarlos! Es imposible cambiarlos (versionando de nuevo a Matrix).


sábado, 19 de noviembre de 2011

TIEMPO PARA CORREGIR ERRORES


Esta mañana he hecho una especie de juego. He creado mi propia "habitación 321" (Un rincón de la casa no habitual, que emane tranquilidad, equilibrio, buenas vibraciones y me sirva para concentrarme, crear, encontrar respuestas creativas a problemas tediosos).
Llevo unos días dándole vueltas a los ciclos de mi vida. Hace exáctamente 3 años comenzó uno. Claro, diáfano, identificable. Un nuevo ciclo es una oportunidad que te da la vida para comenzar algo diferente. Romper con los lazos que te asfixiaban del pasado. No sólo los lazos materiales, actividades, si no también los emocionales, los mentales, los anímicos. Así se presentaba mi noviembre del 2008. Como una enorme pradera llena de todo lo que necesitaba, absolutamente todo, para hacer ese cambio. Pero no!. Ha llegado noviembre del 2011, y una situación de plenitud se ha convertido otra vez, en la situación de siempre. Una especie de "octubre 2008". No me reprocho nada, no sirve hacerlo. Pero sí que es importante observar ese noviembre y los meses siguientes y ver dónde me equivoqué.  Ver cómo podría hacer, con la perspectiva que dan 3 años para "subsanar" o corregir algo de esos días. Como una especie de juego mental, de viaje temporal, pero con una particularidad. En vez de tener una visión única, imaginarme la aportación de cada faceta de mi mente: el recuerdo, el pensamiento racional, la imaginación, la intuición, la visualización, la ensoñación, el observador objetivo, la voluntad, el cuerpo (Es impresionante cómo reacciona ante cualquier situación, incluso las que nuestra mente todavía no ha "visto"), etc. Como si fueran personajes de una reunión. Ya tenemos fuera demasiadas limitaciones como para dentro de nuestra azotea no podamos usar nuestros pensamientos como podamos  y queramos. La pregunta que me he formulado dentro de mi "habitación 321" es clara: ¿qué debería haber aprendido ese momento que hubiera marcado la diferencia?. Es decir, que me hubiera permitido realmente avanzar en un ciclo nuevo, diferente. Como el que supera un nuevo curso o, el que supera la pantalla de un videojuego. Yo, tristemente, tengo que reconocer que este curso lo llevo repitiendo 3 años y es el momento de arreglarlo. Supongo que me entenderéis todos los que estéis pasando por una situación que ya os suene, que ya hayáis vivido con anterioridad.
Me he dado cuenta de que ese año y éste son tesis y antítesis, pero conservan las mismas particularidades: "el ruido de fondo" (una preocupación indeterminada), una obsesión por un problema concreto, pensamientos centrados en ese problema (como si todos los recursos de un ordenador estuvieran al servicio de un sólo programa) y por último, la ansiedad por desear unos resultados que por otro lado "sé" que no se cumplirán jamás.
Por el momento no tengo respuestas. No se trata de presionar para que haya un resultado (ese ha sido parte de mi problema). Llegarán con un trabajo constante y bien dirigido, y espero que en sucesivas entradas pueda ir desgranando. Es importante poder explicar los "cómo" para si hay alguien que me lea y se encuentre en una situación parecida - cinta de Moebius - . Cualquier cosa puede encender la bombillita. Lo que sí puedo recomendar desde ya es que las soluciones convencionales NO sirven en absoluto. Ya no!. Eso me parece que comienza a ser una constante en cualquier problema, mío, tuyo, nuestro, vuestro, de ellos.
Las dos fotos que pongo no tienen ninguna calidad pero para mí son tremendamente importantes. La primera es el lugar dónde estaba hoy exactamente hace 3 años. Y la segunda, de hoy, es mi improvisada "Habitación 321".
El video que pondré hoy es terriblemente importante para mí. Es de "La Fuga" y la canción "Negociando gasolina". Los recuerdos están asociados a esos dos últimos meses del 2008, y en especial,  a Mar y a Cris.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Y SIN EMBARGO SE MUEVE


Menudo tema quiero tocar hoy!. Es el de los bloqueos, y no me refiero sólo a los bloqueos del escritor, aunque curiosamente suelan estar relacionados con lo que quiero comentar en esta entrada.
Situaros. Estáis conduciendo un coche, el que queráis. El más lujoso, el más utilitario, vuestro coche, el de otro. Lo que vosotros imaginéis (Hay que acostumbrarse a dar total libertad a la imaginación...la revolución comienza por ahí).
Me interesa ahora que fijéis vuestra atención en dos de los tres pedales. El freno y el acelerador. Incluso, si me apuráis, fijaros en un tercer elemento, el freno de mano. Comencemos por ahí. ¿Cómo está vuestro freno de mano? ¿Puesto, quitado?. El coche está parado  o en movimiento. El freno de mano es para mí una analogía vital de nuestra actitud. La actitud total, integral u holística con la que nos enfrentamos a cualquier situación en la vida, o mejor dicho, la actitud con la que nos enfrentamos a la vida en su conjunto. Vamos frenados cuando no deberíamos. Sentimos que nuestra vida no avanza aunque el motor esté encendido?. No nos engañemos, no son fases que se arreglan solas. Necesitamos saber qué hay en nuestra actitud que induce a ese bloqueo. Y como siempre os digo, observar, observar y observar. Alejados de cualquier emoción, y de cualquier juicio. En mi caso, mi bloqueador es mi falta total de fe. No me refiero a algo religioso. Me refiero a algo más del día a día, más material. Dudo de mí, de mi capacidad en general, dudo de los demás. En fín, que dudo de todo. Y es ahí donde reside mi debilidad. En la duda. Una duda nada metódica, es una duda emocional, como si estuviera enganchado todo el día a alguien que está tiritando de miedo porque duda de cualquier cosa. Es una imagén un poco expresiva, pero es así. ¿Habéis visto alguna vez unos dibujos animados de hace bastantes años, "Leoncio y Tristón". Leoncio, un león, siempre impulsivo acompañado de una hiena que siempre está triste, y deprimida. A cada idea de Leoncio, Tristón va diciendo "no sé si eso será bueno", "no sé si eso será posible". Pues ahí está el reto. Mi bloqueador es una parte de "Tristón" que no me deja avanzar.
Volvamos a los pedales. Os conté la semana pasada que no estaba viviendo el mejor de los momentos. Fue increible la respuesta somática. Comiendo lo mismo, haciendo la misma rutina, adelgacé 3 kilos por las preocupaciones sobre mi futuro. Y ese es mi freno. Cada uno de vosotros debe localizar el suyo. Ver cuando se para en seco, como va reaccionando su cuerpo a las preocupaciones, cuando se auto-anula. En mi caso es cada vez que pienso que el futuro no me va a traer nada bueno haga lo que haga, o que de alguna manera se me está imponiendo un resultado que ni puedo conseguir, ni creo que quiera. No de esa manera. (Tampoco hay que dejar que los demás conduzcan por uno mismo, por más amor que haya por medio).
Finalmente, tenemos el acelerador. Son todas esas cosas, actividades, pensamientos, gente, lugares, que nos reactivan, que nos hacen ir para adelante,que nos permiten MOVER, hacia una dirección. También sería bueno que cada uno de nosotros supiera cuáles son esos aceleradores.
Antes de concluir, sólo quiero comentar una cosa muy importante, que a lo mejor puede parecer contradictoria con lo que he dicho de los frenos, pero no lo es. La vida es movimiento, todo se mueve, y aquí viene lo importante, aunque no nos lo parezca TODO se mueve. Especialmente, nuestra vida.
Os comento las fotos. Las dos son del día de hoy. La primera, por la mañana. La policía - los mossos - a la puerta de casa. Es la brigada móvil o antidisturbios, de la policía catalana. Estaban esperando por si debían intervenir en la manifestación de estudiantes universitarios que a primera hora de la mañana estaba cortando la entrada de la Av. Diagonal. La segunda. Por la tarde, poda de árboles. Me pareció una analogía interesante. El video que pongo hoy es de "Leoncio y Tristón". Debia ponerlo!

sábado, 12 de noviembre de 2011

¿QUÉ NOS REPRESENTA?


Seguramente todos habréis oído o experimentado la frase "no lo entiendo, me es más fácil hablar contigo que a penas te conozco, que con alguien de la familia". En esta semana me he dado cuenta de la pequeña trampa encerrada en ella. Y es que cuando hablamos, rehablamos y requetehablamos de nuestros problemas con nuestros familiares, llegamos a considerarles parte del circuito del problema. Actores principales o secundarios de nuestros propios conflictos. ¿Cómo es posible hablar con un desconocido o desconocida que con mi pareja?. Por una razón muy sencilla. No hay implicación emocional de ningún tipo. Ni por su parte ni por la mía. Así todo sale mucho más fluido. De ahí otra afirmación "ojalá pudiera decirle así de fácil las cosas a tal o a cual". Lo cual nos hace preguntar ¿cuándo dejó de ser fácil hablarlo?.
A veces nos cargamos de cadenas, comportamientos repetitivos que llegan a convertirse en una condena para todos. Una cadena que cada vez va acumulando más y más eslabones. Como las cadenas de Jacob Marley (Cuentos de Navidad de Dickens). Decir que la solución sería "pues tráta a la fuente del problema, como si fuera un desconocido", es fácil de decir, pero complicado de realizar. Complicado porque tarde o temprano chocará con nuestros pensamientos del tipo "puedo tratarla como a un desconocido, pero es mentira" o "y si así hago más daño". Los miedos entran en juego otra vez. Así que no conozco la solución pero la observación, por sí sola, de este hecho me parece si más no, interesante.
Otra cosa, y que da lugar al título de la entrada de hoy es saber qué nos representa en este momento. No lo que nosotros "creemos" que nos representa, si no lo que nos representa de verdad. Como si fuera una tarjeta de visita de cara a los demás. Venga, tormenta de ideas. ¿qué os parece a vosotros que os representa ahora mismo?. Vuestro estado de ánimo, vuestra abundancia, vuestra energía. ¿qué?.
Mi respuesta: todo lo que pueden ver los demás. Nuestra casa, nuestra habitación, incluso nuestra nevera. Nuestro trabajo, nuestra relación con los demás, nuestra relación con el dinero. Nuestra salud, nuestro reflejo en el espejo. Las cosas que tenemos en este mismo momento, incluso las cosas que hemos perdido recientemente. Nuestro físico, nuestra ropa.
Intentemos ver todo eso desde fuera. Como si fuéramos una cámara objetiva. Sin juicios. Sólo observando. Pasar un rato, sin pensar. ¿Cuál es la primera idea que nos viene a la cabeza?¿Podemos cambiar esa percepción? ¿Cómo?.... Y si cambiamos alguno de los reflejos, ¿conseguiremos cambiar algo de nosotros mismos?. Son sólo propuestas. No tengo ni idea de las soluciones pero bien vale probarlo para jugar con los resultados y, estoy seguro de que cada uno de nosotros sabrá intuitivamente qué hacer con ellos.
Antes de acabar con la entrada de hoy, contaros las fotos de hoy. La primera la hice ayer por la tarde. Es de la parte superior de mi cama, donde pongo todas las cosas que necesito más a mano. Forma parte de mi caótico orden, o de mi orden desordenado. Necesitaba captar algo que reflejara cómo estaba el 11.11.11, pura tontería. Lo sé!. La segunda y más importante. Hoy es el cumple de mi mejor amiga. Y tenemos una tradición inquebrantable. Estemos donde estemos, y como estemos, y es cenar en un restaurante de Barcelona llamado Cala Rita. Tener amigas como ella me hacen sentir que mi reflejo no debe ser del todo malo, una idea que ayuda mucho cuando estoy de baja forma, tal y como he estado estos días.
En cuanto al video, tengo que poner uno de Deine Lakaien. Es un grupo tan noviembre. La canción se titula "One night". Portaros bien!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

2006


No pensaba escribir sobre recuerdos. ¡Cielos! Hoy ni tan sólo iba a escribir.
He leído algunas entradas de este blog y me parece que siempre doy vueltas sobre lo mismo, como una peonza, pero sin avanzar significativamente.
Así que quería dejar un lapsus de tiempo - poco - pues para mí, escribir es una droga. Y quería dejarlo para replantear de nuevo el dónde estoy y el a dónde quiero ir.
Hoy estaba buceando en la carpeta de las fotos de noviembre de hace 5 años (5 años ya!). Noviembre del 2006 y me he dado cuenta de una cosa, que estaba exactamente en el punto opuesto al que estoy en este mismo momento. Tenía mi estabilidad bien definida; un trabajo que me gustaba, unos buenos compañeros y compañeras, a alguien que me hacía despertar con una sonrisa,  una bella relación. Dinero de sobras, una carrera bien definida y ahora, todo eso es como el fantasma que ocupa una casa. Algo que sabes que existió, que todavía sientes como vivo pero que realmente, ya no está.
No me hagáis caso. Es noviembre, y que sería de este mes sin historias de fantasmas. de recuerdos, y de escalofríos que de vez en cuando sacuden.
Pero hay algo que me da vueltas. Una idea y es si entonces, hace 5 años era consciente de todo lo que tenía o me estaría quejando como ahora. No lo creo, pero es una idea que me lleva a plantear si ahora, en este momento tengo algo bueno de lo que estar contento, bueno.. sí, salud, familia y esas cosas. Pero hablo de contento, de una emoción de satisfacción que vaya un poquito más allá de los primeros escalones de Maslow. Me sentía vivo!. Ahora me siento como Gregory Peck en su papel de "El hombre del traje gris" ("The Man in the gray flannel suit" de Sloan Wilson).
A veces me imagino que este 2011 pasará, simplemente, y que las cosas volverán a estar bien. "Se torcieron solas, se arreglarán solas", me digo pero todos sabemos que las cosas no funcionan así, pero entonces.... cómo. Malditos "cómos". Podría llenar toda mi habitación de ellos. Con "cómos" grandes, pequeños, medianos, visibles, invisibles....
Sé que en esta entrada no estoy despertando el lado más optimista pero necesitaba desahogarme.
La canción que pongo hoy no es que me encante pero me recuerda muchísimo al 2006. Es de Basement Jaxx y se titula "Take me back to your house". No había caído en lo oportuno del título.

domingo, 6 de noviembre de 2011

UN CAMPO LLENO DE DUDAS



Llevo unos días pensando en una cosa. Os podrá parecer tonta, infantil, e inmadura. Posiblemente tengáis razón, pero es algo que me preocupa. Mejor dicho, me ocupa aquí y ahora.
El tema es el siguiente, y sin entrar en victimismos. ¿Dónde está escrito que mi vida deba ser limitada?. No estoy hablando de abundancias, ni leyes de atracción, ni estas chorradas. Es algo más práctico, más sentido con toda mi alma. ¿Por qué no me puede pasar algo realmente bueno?. Pero me refiero a algo que cumpla los "3-buenos". Algo que empiece bien, que continúe bien y que acabe bien (porque todas las cosas tienen un final).
En mi vida, han pasado algunas cosas buenas... algunas simplemente, pero me he dado cuenta de que estas cosas "buenas" que me han pasado, o bien no se han podido desarrollar, es decir, se han quedado atrofiadas, o bien se han convertido en un auténtico infierno y han acabado mal.
Sinceramente, es algo que no entiendo. ¿Es que soy una especie de rey Midas, que todo lo que toco se queda atrofiado?. Es que antes de nacer firmé algún contrato donde renunciaba claramente a que me pasasen realmente cosas buenas, (y no pequeños monstruos disfrazados de fortuna).
Sí, estoy quejica. Y ¿qué?. No lo entiendo. Sencillamente no lo entiendo. ¿Por qué las cosas buenas se muestran tan esquivas? ¿Cúal es el propósito de todo esto? ¿Hay realmente un aprendizaje necesario o es una forma de autoengaño, algo que me lleve a pensar que esto tiene remedio?. Porque realmente aquí está el verdadero quid de la questión: "esto tiene arreglo, o simplemente es una condena". Lo que me lleva a las siguientes cuestiones:
- Si tiene arreglo, de qué depende. Cómo se puede arreglar, qué es lo que está estropeado. Depende de mí hacerlo, o no. Cómo es que si se puede arreglar no tengo ni la menor idea de cómo hacerlo y que he estado dando tumbos a lo largo de estos últimos años.
- Si no tiene arreglo. Por qué?. ¿Qué sentido tiene experimentar algo que no tiene arreglo?. ¿Por qué la condena?. No estoy hablando de ninguna maldita enfermedad incurable. Simplemente de una relación con mi entorno, mi vida, mis experiencias, los demás. Una pauta marcada, imborrable.
Sólo consigo más preguntas. Sabéis que a veces, al despertar, por un instante tenemos una idea absolutamente lúcida, como si viniera de fuera de nosotros mismos. Esta mañana, mi despertar tenía una idea que todavía me dura. Durante estos días he pensado que estaba cerca de encontrar una respuesta satisfactoria a tanta pregunta. Y la imagen o la idea con la que me he despestado es que no estoy más cerca de resolverlo, simplemente, más necesitado. Os parecerá una tontería pero necesitaba este punto de realismo.
Me ha quedado una entrada un poco reflejo de cómo me siento ahora. Más lleno de dudas, sobre todo en los cómos que en los qués.... Bueno, ya iremos viendo en próximos capítulos cómo se mueve esto.
Las fotos... son de Sarrià. La primera es de la Pasteleria Foix. Tiene los pasteles más ricos que he probado nunca. Mis abuelos vivían al lado de la principal, así que todos los fines de semana que subíamos a comer con ellos, teníamos un pastel de postre de la Foix. La segunda es de la calle Major de Sarrià- Todavía como paso peatonal. Da gusto pasear por ella porque es estar como en un pueblo en pleno Barcelona.
El video que quiero poner hoy es de Princess Chelsea y la canción, "Cigarette Duet". Disfrutad de lo que queda de domingo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

PUNTO DE RUPTURA


Es curioso como siempre entramos en una rutina conocida, por mucho que la intentemos disfrazar con nuevos intentos, nuevas ideas, en fin..ya sabéis....nuevos, nuevos, nuevos.
La cuestión primordial es que cualquier novedad está disfrazando a nuestros viejos esquemas.
Escapar de estos viejos esquemas es difícil, por no decir casi imposible.
La forma de hacerlo - desde mi experiencia - es haciendo dos cosas muy importantes:
a) Observar: Conocer bien cómo funcionan estos viejos esquemas. Saber reconocerlos, saber cómo operan, cómo se camuflan y lo más importante.... cómo interactuan con nuestra vida cotidiana: con nuestros sueños, nuestros deseos, emociones, pensamientos. Observar tiene un punto complicado y es el hacerlo libre de todo pensamiento y juicio. Observamos cómo nos despertamos, qué es lo que nos preocupa, cómo reacciona el cuerpo ante una preocupación o una alegría. Observar cómo nos comportamos ante los demás, y cómo se comportan ellos ante nosotros. Es un juego de observaciones, de espejos. Sin obsesiones, sin reproches. Sólo un espíritu calmado y sereno.
b) Crear "un punto de ruptura", un punto de fuga. Si nos fijamos bien siempre pensamos de la misma manera, las mismas cosas, con las mismas imágenes. Leemos lo mismo, escuchamos a las mismas personas. Buscamos cosas - consciente o inconscientemente - vibren o modulen a la misma frecuencia, no que nosotros, si no de nuestro "viejo esquema". Los puntos de ruptura son cosas que se salgan de ese esquema y de esa frecuencia. Si por ejemplo siempre estamos pensando en el futuro, observar a los peces. Si nuestro mayor deseo es ir a tal o cual otro lugar, y nos sentimos encerrados donde estamos (por nuestro trabajo, obligaciones familiares, lo que sea...) introducir un punto de ruptura. Hacer algo que no tenga nada que ver con esos planteamientos.... Se trata de hacer cualquier cosa que os sorprenda tanto a vosotros mismos, como a vuestros rígidos esquemas. Algo que vibra igual atraerá cosas de la misma vibración a no ser que entren en su vida, cosas que no tengan nada que ver con ese movimiento. Probad a hacer algo diferente (la palabra mágica es "hacer"). Da igual que los demás os tomen por raros, locos o antisistema...ellos no viven vuestras vidas, vosotros, obviamente, sí. Dejarse sorprender es señal de estar realmente vivo. Duro con ello.
Os cuento las fotos. Las dos son del sábado. Me subí por la zona antigua de Sarrià (Barcelona), con la cámara a punto de disparar a cualquier cosa. La primera era de una cafetería en la calle Major de Sarrià (Mayor de Sarrià en castellano). La segunda es de un dulce típico de Cataluña. Son los "Panellets", y se comen en el día de todos los santos. Cuando era pequeño me encantaba hacerlos en la cocina de casa. Hacía unos 60 de diferentes sabores; café, pistacho, limón, coco, y el típico de la foto: con piñones.
En cuanto al video que os pondré hoy es de Metronomy, uno de los grupos que más me está gustando en este 2011. La canción se titula "She wants". Me encantan los videos de esta gente.

lunes, 31 de octubre de 2011

GRACIAS


Al comenzar el mes os expliqué que Octubre suele ser, para mí, uno de los mejores meses del año, ya que siempre trae cosas nuevas. Nuevas experiencias, nuevas formas de pensar, nuevas amistades, nuevos lugares, nuevos sabores.
Este mes no ha sido una excepción. Es más, para mí ha sido un ejemplo de lo mágico que puede llegar a ser este mes.
Enumeraré algunas de las cosas que más me han alegrado este mes, pero con la intención de que vosotros hagáis lo mismo. Es jugar con los recuerdos, con las cosas que han sucedido este mes, y que, de alguna forma, están comunicando algo de vosotros mismos - con vosotros mismos.
- En este mes he recuperado una relación que era (es) muy importante para mí. De esas relaciones que da un sentido, una orientación, un equilibrio a mi vida. Los dos hemos decidido, nos hemos acercado el uno al otro, y de una forma fluida hemos dicho que somos parte el uno del otro.
- En este mes he recuperado el sentido de la pedagogía perdida. Había perdido bastante el norte pedagógico, pero entre conferencias, jornadas, amistades del mundillo, me han hecho ver que en cierto sentido, la pedagogía es mi vida. Y que parar mí es tan importante el qué enseñar, como el cómo. Ha sido un mes pedagógico total, y ha abierto sendas muy interesantes, retos muy ricos. Ahora sólo debo recoger el guante y meterme de lleno en el reto.
- En este mes he adquirido una forma nueva de vivirme, de vivir la vida. Jugando, Experimentando, Tocando. Un mes que ha traído su propia melodia, su música, su vibración, su fuerza. Y toda ella ha inundado mi forma de hacer las cosas. Algunas saldrán bien, otras no, pero eso no resta que jugaré con ilusión en cada campo.
- En este mes he recuperado la libertad de experimentar con todo lo que he podido. He experimentado principalmente con la comida. Sintiendo la necesidad de expresarme a través de ella. Me explicaré: Comer es algo que hacemos todos los días, pero eso no lo convierte en algo rutinario. No debería hacerlo. Cada vez que lo hacemos estamos experimentando algo, cada uno sabrá el qué. Pero lo importante es que al hacernos conscientes de ese "algo", necesitamos -de una forma totalmente surgida del interior - tratar cada comida como algo único, irrepetible. Para mí es como una forma de agradecimiento, de honrar el proceso que ha llevado a lo que tengo en el plato desde su origen y, para mí, esa forma de honrar es experimentando los sabores, experimentando los colores. Aunque sea algo tan sencillo como lo que hice ayer para cenar... un bocadillo de pollo con mostaza. Encuentro que el experimentar tiene mucho que ver con la gratitud, la honestidad, la sinceridad, y el fluir. Seguramente la mayoría de vosotros sabéis de lo que estoy hablando.
- En este mes he recuperado la capacidad de "ver". Supongo que es algo relacionado con mi pasión por la fotografía. Esta afición te hace ser más abierto, más susceptible al cambio de colores, de tonalidades, de miradas. Y este octubre (con este otoño) me ha parecido un mes mágico para ver, para sentir, para tocar. También el "oír". No es casual que me haya dado de nuevo por la música clásica. Cuando paras atención a la pieza que estás escuchando te das cuenta del equilibrio de cada composición, y piensas que el autor, "simplemente" transcribió la belleza de lo que estaba percibiendo en ese momento.
Por todo ello y por más cosas, GRACIAS!. Ahora espero un mes de Noviembre totalmente mágico.
Las fotos, la primera, ya os he contado. Mi cena de ayer. Un sencillo y extraordinario bocadillo de pollo con mostaza de Meaux Pommery. No os puedo describir lo extraordinario que estaba. La felicidad ya es eso ¿verdad? Pequeños detalles.
La segunda foto es del viernes, volviendo del trabajo. La semana pasada llovió cada día. Volví empapado a casa pero con la ilusión de haber disfrutado de unas tonalidades únicas, del cielo, del suelo, de las hojas secas en las esquinas. Ya sé que estoy quedando un poco hippie.... pero así me siento.
El video que os pongo es de un grupo que descubrí de forma casual ayer mismo. Se llaman "Telepathe" y la canción "So fine".

miércoles, 26 de octubre de 2011

JUEGOS DE REALIDAD VIRTUAL


Si hay algo que me está pareciendo cada vez más nítido es que la realidad, como tal, como algo objetivo, no existe. Si más no, no existe nuestra capacidad para procesarla.
En vez de eso, cada uno de nosotros la va creando. No sé si materializando, pero sí creando, hasta tal punto que no importa si es real o no, si no si es real para mí.
Cojamos un concepto difícilmente objetivable como es el concepto de la Amistad. Estoy seguro que si nos reunieramos 20 personas en una sala y nos preguntasen "¿qué es la amistad?", daríamos 20 respuestas diferentes y todas, absolutamente todas, serían reales. Cada uno de nosotros lo definiría según la suma de todas nuestras experiencias previas, las experiencias que hemos observado en los demás, la información que nos ha llegado heredada (padres, abuelos, etc) y la que hemos aprendido a través del ambiente por el que nos movemos. Posiblemente, a esas experiencias también les sumaríamos nuestras expectativas. Lo que esperamos, lo que exigimos, lo que damos en una relación de este tipo. Nadie, absolutamente nadie tiene razón total sobre lo que es la amistad, pero nadie deja de tenerla.
Cuando pienso en la Realidad me acuerdo de esa frase, de Henry Ford, creo, "Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes estás en lo cierto". Saber eso nos hace responsable de nuestra realidad, de su diseño, de cómo afrontarlo. No estoy hablando sólo de un enfoque positivo o negativo ya que esos son conceptos absolutamente relativistas y reduccionistas. Hablo de la importancia de mis creencias para mí. Por favor, no hablo de religión, teología. Hablo de cualquier esfera de nuestra vida. Las creencias se mueven a través y por causa de nuestras actitudes y nuestras actitudes a su vez por nuestras experiencias. Y las experiencias son orientadas en último extremo por nuestras creencias. Con lo cual tenemos creado un poderoso círculo. Transformando cualquier punto de la cadena: actitud, experiencia, creencia, conseguiremos un paso en nuestra evolución personal. Pero es muy importante elegir en lo que vamos a creer, y hacerlo nuestro, nuestra propia bandera, nuestra propia morada interior. Siempre pasará algo que ponga a prueba esas creencias, pero es ahí donde entra nuestro sentir, nuestra intuición, nuestro corazón, el lenguaje de nuestro cuerpo; Con todo esto podemos saber si vamos por el camino correcto o no.
Diseñar nuestra realidad es tan fácil como complicado. Exige autoobservación. Exige jugar, tocar, sentir, experimentar y exige ademaás compartir con los demás.
Esta es una entrada cortita, pero creo que muy importante.. bueno, al menos así es desde "mi realidad". Sólo os pido que reflexionéis sobre la vuestra.
Las fotos: Las dos son de este fin de semana. Me tiene enamorado el color de este Otoño. Me parece extraordinariamente expresivo ¿a vosotros no?. La segunda foto está tomada desde la calzada de mi calle, el domingo a las 8 de la mañana. No había nadie. Parecía un desierto, pero un desierto totalmente pacífico.
El video de hoy, me parece muy expresivo. Se titula "Waiting on a friend" de los Rolling Stones. Esta canción sólo tiene (casi) 30 años!!!

sábado, 22 de octubre de 2011

EL PRIMER RECUERDO


Hoy voy a apelar al lado más juguetón de vosotros mismos. Quiero que juguemos a un juego, que a su vez han practicado conmigo en esta semana y tengo que deciros que es absolutamente delicioso.
Quiero que os pongáis en la situación más cómoda y relajada posible. ¿Listos?. Bien. Ahora quiero que con vuestra mente viajéis al recuerdo más antiguo que tengáis. O dicho de una forma más correcta. A vuestro primer recuerdo. No hagáis debate interno. El primer candidato que os haya salido posiblemente sea ese vuestro primer "recuerdo", vuestra primera impresión en vuestra memoria. No quiero que os limitéis a recordarlo con la mente, quiero que lo hagáis con la emoción, con el cuerpo. Experimentad, tocad, reir, llorar. Cualquier cosa está bien. ¿Cómo es?. ¿Dónde sucede? ¿Con quién estáis?. Estáis contentos, tristes. ¿Qué valores hay? ¿Qué colores hay?. Quiero que os adentréis en ese recuerdo. No es ninguna visualización creativa... es real, fue real. ¿Qué edad teníais? ¿Sois conscientes al verlo que en ese entonces, no existía el concepto ayer, hoy, problema, dinero, trabajo, estudios, resultados, críticas?.  Entrad en él, jugad, como si fuera plastelina... Observad, ni valoréis, ni juzguéis. Simplemente observad. Estaros el rato que queráis. Váis a descubrir muchas, pero que muchas cosas en este juego. Y os garantizo que necesitaréis volver a él frecuentemente. Yo he descubiero que los valores que busco están ahï, en ese recuerdo: vivir el presente, el amor, el juego, la protección, la familia, el respeto, los colores, experimentar, la calidez, la ternura, la seguridad.
Ahora os contaré mi primer recuerdo, pero antes quiero haceros una pregunta, y quiero que cada uno de vosotros intente contestarla lo mejor que pueda. ¿Por qué ese fue nuestro primer recuerdo?. ¿Por qué, de todos los hechos que nos acontecieron a lo largo de nuestros primeros años de vida, elegimos ése y no otro. Damos demasiadas cosas por supuestas. Si se nos quedó fue por algo, una diferencia, un matiz, una utilidad. Algo que nos hizo "sentir" que debíamos retener ese momento y no otro para acompañarnos el resto de nuestros días y pasar como el primer recuedo. Y a los escépticos decirles que siempre hay un primer recuerdo...por pura lógica!.
Mi primer recuerdo, debería tener unos 2 ó 3 años. Estaba en una casita de veraneo junto a la playa de Llençà (Girona). Era de noche, y estaba en la cama, con mis padres (mi padre a mi izquierda, mi madre a la derecha). Yo estaba jugando con unos globos inflados, uno verde y otro naranja. Mi padre jugaba conmigo a quitármelos...luego yo se los quitaba a él (bueno, ya sabéis como va esta dinámica... es universal). Mi madre lo miraba divertida, sin intervenir. Acababa de cenar porque había un potito en su mesilla. A la izquierda de la cama, había una ventana pequeña, de vidrio traslúcido. En el recuerdo no tengo conciencia de yo físico (es decir que no me veo a mí mismo), pero sí de lo que hago, de lo que hacen los demás. Me siento, como he dicho antes, confiado, seguro, alegre, sin pretensiones, sin preocupaciones.
Ahora, con la perspectiva de los años, creo que más que evolucionar, he involucionado ya que no tengo esos valores, más que en el fondo. Y estoy seguro que a muchos de vosotros os pasará lo mismo una vez hayan "re-vivido" ese primer recuerdo. Me encantaría que compartiérais conmigo ese primer recuerdo....
Bueno, antes e irme. Contaros las fotos. La calidad no es buena, pero son significativas. La primera es de ayer, y son mis primeras mandarinas de este otoño 2011. Un otoño que le ha costado llegar, pero después de estos dos últimos y fríos días podemos decir que el otoño por fin ha llegado.
La segunda foto es de hoy. Estoy asistiendo a un curso muy interesante sobre los "Niños del tercer milenio". Una perspectiva pedagógica diferente en torno a las nuevas necesidades educativas. Mañana tengo la segunda parte. Estoy disfrutando un montón tanto de los conferenciantes como de las experiencias de la gente que asiste al curso...La canción que voy a poner hoy ha salido recomendada en este mismo curso, haciéndonos reflexionar sobre la letra. La canción es "On my own" de Nikka Costa. Cosas del destino.... yo estaba colado por ella, amores de un niño de menos de 10 años.... pero bueno. El primer disco que me compré (bueno, que me compraron, para ser más exactos) fue precisamente el single de esta canción. Y es que todo, todo, todo está relacionado. No hay que pararse demasiado para verlo, aunque hacerlo sea una forma de enriquecimiento brutal... y muy recomendable. Feliz semana.

miércoles, 19 de octubre de 2011

DEJAR DE CONTROLAR. RENDIRSE, FLUIR Y JUGAR


Esta es una de esas entradas que resuena y resuena con fuerza desde el fondo de mi alma. La rendición.
Os contaré la cadena de sucesos que me han llevado hasta la necesidad de centrarme en este concepto.
¿Conocéis el cuento de la lechera?. Os pondré un enlace para que aquellos de vosotros que no lo conozcáis podáis hacerlo. (Pondré el enlace en la parte inferior). Pues bien, la semana pasada me ocurrió un suceso que me hizo sentir como ella. Con gran felicidad y autoconfianza comencé a proyectar las cosas buenas que a raíz de este suceso me pasarían en un futuro. A más comencé a pensar, más cuenta me di de lo lejos que estaba de que todo eso pasase. A la vez notaba como iba perdiendo energía, como descansaba menos, o más bien no descansaba, hasta que "me rompí". Volví a estar caer en un severo costipado. Me dí cuenta de que no era normal estar costipado tan frecuentemente así que, reflexionando, llegué a la conclusión de que, de alguna forma, tanto proyectar como la verdadera sensación de lejanía del objetivo, me quitaron energía. Era (es) algo físico, casi mesurable. (Lo que me lleva a preguntar que si funciona en sentido negativo, podrá servir en sentido positivo, pero de eso ya hablaremos otro día).
La cadena de sucesos sigue. Hablando con una buena amiga, ésta me dijo que yo era un controlador. Que necesitaba tener todo en mi vida controlado. Sobre todo controlar las incertidumbres de la misma. Me descubrí a mí mismo diciendo dos cosas en las que no había reparado, dos constantes: La primera, es que si soy tan controlador es porque no confío en absoluto en mi destino, en las cosas que el viento de la vida me pueda ir trayendo. (Es la forma de actuar de alguien que se siente profundamente decepcionado, lo sé y lo asumo). Lo segundo que dije es que siempre me pasaba lo mismo, en el momento en que me centraba en las cosas que realmente quería, las perdía o estas se alejaban. Es algo matemático en mi vida, en todos sus campos.
No me malinterpretéis, no estoy haciendo una sesión de lloriqueo, pero si explicando algo que posiblemente muchos de vosotros podáis estar viviendo en mayor o menor medida.
Tengo que reconocer que yo no sé abandonarme a la vida, rendirme. Me pone en una situación extraña. Y es la percepción de que no avanzo. Claro que si controlo, lejos de avanzar, retrocedo. No creo que tenga que elegir la menos mala de las opciones. Sino hacerlo mejor, y más que rendirme es dejar fluir...a cada momento, a cada instante, y alejar los comportamientos de control. Qué son: preocupación, tener la mente en el futuro, el miedo. Actuar así, dejar fluir ya no se está convirtiendo en un mero capricho espiritual o psicológico sino una verdadera forma de volver a recuperar energía. Esta es una de los mejores ejemplos de implicación en red o integral entre la mente-alma-cuerpo.
Un ejercicio importante es saber cuándo me volví un controlador?. Esto me hace pensar que a lo mejor debería definir primero que es -para mí - ser un controlador. Según mi experiencia, ser controlador es preocuparme, planificar, contrarrestar los efectos de un futuro incierto. Que nada me sorprenda. Lo que es increíble de este proceso es que las cosas malas suceden inevitablemente, mientras que las buenas,no. ¡Curioso!. Se moviliza mucha energía en estos procesos, y es una energía tóxica, contaminada, contaminante. Llevo años pensando en cómo resolver un problema, y nunca, nunca, nunca he llegado a la más mínima conclusión. A más pienso en ella, más me alejo, y si no pienso en ella - no me acerco.
Esta amiga mía me decía que jugase, jugase con estas cosas como haría un niño. Me decía, "verdad que cuando eras niño no tenías que preocuparte de dónde vivirías, qué comerías, qué cosas te traería el destino?. No, no lo necesitabas porque confiabas; en tus padres, tu familia, quien fuera, pero confiabas, no tenías ni que pensarlo, pues esa es la actitud". Ya os contaré, pero por el momento, si quiero curarme del costipado debo recuperar la energía, liberarme de mis propias toxicidades, y para hacer eso debo rendirme y fluir, dejarme llevar. No centrarme en las cosas que quiero, más bien jugar con ellas (no en su sentido peiorativo, sino en el sentido más infantil, más puro).
Las fotos, siguen siendo del 15-O, que tomé en Barcelona. Os dejo el enlade del cuento de la lechera:
El video que pondré hoy para acompañar la entrada es de la bso de la versión de Metropolis (1984), con música de Freddie Mercury. Recomiendo activamente la película original (1927) de Fritz Lang. Una auténtica joya.

domingo, 16 de octubre de 2011

SÓLO HACE FALTA VIRAR UN GRADO PARA QUE NUESTRA VIDA SEA DIFERENTE


Ayer fue la manifestación global del 15-O. Ciudadanos de todo el planeta nos unimos para decir "¡Basta!".
Es un grito desde lo más profundo de cada uno de nosotros. Una forma de de manifestar el descontento con la gente que hemos escogido (o bien se ha auto-eregido) como nuestros representantes.
Como decía un cántico en la manifestación de ayer; "Que no, que no, que no nos representan".
Es innegable que estamos en un momento de transformación, tanto individual como colectiva, y curiosamente, los problemas están conectados como si de vasos comunicantes se trataran. "Lo que está en mí, está fuera de mí". Aceptando esta premisa, nos llega a la siguiente que es igualmente interesante y es que la solución a esta crisis está, no en las individualidades aisladas, sino en las que operan dentro de un colectivo. Es decir, como una especie de solución "wikipedia"; en la que todos, de forma anónima aportamos algo en un proyecto para hacerlo más grande, útil, sin protagonismos, sin líderes, y en la que todos salimos beneficiados, aprendiendo - realmente - los unos de los otros.
Supongo que esto puede ser considerado como utópico. ¿Y qué?. Son las utopías las que nos mueven. Si fuera por el realismo, todavía viviríamos en cuevas.
Esto me lleva a plantear de nuevo, el contenido de nuestra formación. Si esta formación nos ha llevado a esta crisis, es lógico pensar que debemos cambiarla, y plantearnos qué necesitamos para dar el paso siguiente. Y eso es tan válido para el colectivo, como para ti o para mí. Ya hemos mirado demasiado a nuestro pasado. Ya hemos analizado demasiadas cosas y tampoco es que nos haya servido en demasía. Sería interesante pues concentrar nuestra mirada tanto en nuestros pasos actuales como en los futuros.
No importa tanto saber a dónde vamos, como saber que queremos ir a una dirección diferente. La intención lo es todo, sobre todo en los primeros pasos.
Citaré lo que decía un amigo al que le encantaba todo lo relacionado con la náutica; "Si cambias en un sólo grado tu rumbo, tal vez no tenga importancia en las primeras millas, pero te puedo asegurar que sí la tendrá cuando hayas hecho más de mil". Nadie habla de grandes cambios, si no que nos cojamos con firmeza a una voluntad de cambio, y que cada día hagamos ese 1 º de diferencia. En lo que sea, y manteniéndolo. Recordando por qué lo hacemos.
En estos últimos años, y sobre todo en estos últimos meses estamos descubriendo una cosa como individuos, individuos inquietos que somos, y es que no estamos solos. Por mucho que nos lo haya parecido en algún momento. No estamos solos. Simplemente, mucha gente que se sentía como nosotros - como tú, como yo - se han estado callando, han estado disimulando. Se han estado poniendo una máscara para no ser considerados como socialmente raros, y pertenecer a la media de "hombres y mujeres de traje gris". Eso se está acabando. Las caretas están cayendo. El miedo a no ser uno mismo realmente está siendo más poderoso que el miedo al qué dirán.
Yo no cambiaré el mundo. Nadie me lo pide. Pero yo + tú+ él + ella + nosotros + vosotros + vosotras + ellas + ellos sí que lo cambiaremos. Y por fin podremos soñar dentro de nuestra realidad y no escondernos de lo que somos: humanos con mente, con conciencia, con espíritu, con materia, con luz, con sabiduria, con curiosidad, con amor, con magia.
Las fotos son de la manifestación de ayer, 15- Octubre en Barcelona. La primera en el Paseo de Gracia y la segunda, las puertas de la Bolsa de Barcelona. No sé si fuimos 100.000 o 300.000 pero sé que había ilusión por cambiar las cosas, verdadera ilusión, verdadera esperanza.
El video que pondré hoy es de un grupazo llamado "The National" La canción se titula "Fake Empire". Disfrutad de este hermoso tiempo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

LA FELICIDAD NO ES TAN COMPLICADA, DESPUÉS DE TODO


La intención de esta entrada es contaros lo que, para mí, es un día con sentido. No pretende ser una entrada "Barrio Sésamo" pero sí que abusaré de la mayor de las sencilleces para explicarme.
Me he dado cuenta - astuto de mí! - que para que un día sea memorable, significativo, se necesita mucho menos de lo que "Saatchi & Saatchi" y demás competidores nos quieren hacer creer.
He comprobado que lo que nos llena, no es tanto que pasen grandes cosas dentro de nuestras 24 horas. No despreciaremos ningún regalo, pero lo que realmente nos llena de felicidad, lo que nos alimenta ese estado de potencia y no de potencialidad es hacer lo que realmente nos gusta hacer. Con lo que realmente vibramos. Y es que recibir, claro que nos alegra y nos pone felices en un momento dado, pero saber que la verdadera sensación de vibración puede venir de algo que nos gusta hacer no tiene precio.
Una de las cosas que más nos frena a la hora de hacer las cosas que nos encanta hacer es la autoexigencia (fruto de la comparación). Por ejemplo, no nos ponemos a escribir porque leemos un libro o un artículo y decimos eso de "cómo voy a escribir con lo bien que escribe tanta gente". Primero que, nadie nos pide que seamos genios, lo único que se nos pide es que disfrutemos haciendo lo que hagamos, y que pongamos el alma y no sólo el corazón. Segundo, que es la práctica la que hace el maestro. Si leyérais las primeras obras de algunos literatos, vuestra opinión cambiaría. Y tercero, no hay que compararse. Las experiencias, la creatividad, lo que cada uno tiene dentro es único, sensacional; Un tesoro.
Por eso mi recomendación es que hagáis un listado de las cosas que más os gustan hacer, y que durante el día hagáis algo, aunque sea un poquito relacionado con ello. Tengo un amigo que le encanta dibujar, y lo cierto es que me encanta lo que hace. Comenzó hace relativamente poco, y lo que siempre me repite es "imagínate si cada día durante los últimos 10 años hubiera hecho aunque sólo fuera 5 minutos de dibujo al día". No dejemos pasar un día más para comenzar a hacer las cosas que nos gusta hacer. Y, en serio, haced la lista y tenedla bien visible, de tal forma que si en un momento dado os encontráis que no sabéis que hacer podáis hacer cualquier actividad que salga en ella.
A mí, por ejemplo, me encanta: hacer reír a mis amigos, escuchar y hacer radio, leer o disfrutar de un buen guión, escuchar música, los idiomas, los colores (me encantan las cosas coloristas), hablar con la gente, comer bien, el cine, investigar, la ciencia-ficción, soñar mundos imposibles, y así unas cuantas cosas más. Así que no tengo ni la más mínima excusa para pasar un día gris o aburrido.
El otoño trae dos de las actividades que más me gusta hacer, como se puede apreciar en las fotos: caminar por entre las hojas secas haciendo fotos a todo lo que se mueve (y lo que no) y ... leer!

El video que pondré es de Nada Surf, y es una versión de "Enjoy the Silence" de los Depeche Mode.

domingo, 9 de octubre de 2011

VISIÓN CON EFECTO TÚNEL


Me encanta el ambiente de octubre. Esa transición entre un verano lleno de luz y un invierno oscuro. Es como si el campo de batalla entre uno y otro fuera cada tarde. El invierno va ganando terreno minuto a minuto, conquistando con su oscuridad lo que antes era sol, era vida en la calle, y mil cosas más que seguro que cada uno en nosotros tenemos atesorados.
La entrada de hoy, fuera de la poética temporal es sobre algo que me está dando vueltas durante estos días. Es el concepto de "Efecto túnel".
Para mí, el efecto túnel adaptado al campo de la educación integral en la que se mueve este blog es nuestra visión limitada a nuestras circunstancias. Pondré un ejemplo. Si me considero una persona bajita, mi efecto túnel será que todos o si más no, la mayoría de aspectos más importantes en mi vida giren en torno a esa visión. Me veré bajito, pensaré que los demás me ven bajito, escogeré trabajos dónde ser bajito no suponga un handicap, incluso buscaré a una pareja condicionado por esa percepción de que ser bajito es un problema.
No funcionamos con un sólo efecto túnel, aunque posiblemente sí con alguno principal - del cual, posiblemente ni seamos conscientes - El mío gira entorno al dinero. Pienso que de alguna forma, cualquier decisión que tomo durante el día está condicionada por ello. Mi visión de efecto túnel me lleva a tomar decisiones, aunque sean de modo inconsciente la mayoría de las veces, condicionadas por este hecho.
Podemos tener otras visiones o efectos túnel además del principal, pero es importante que sepamos ver cuál es el "palo que aguanta nuestra vela mayor".
Dos temas asociados a este efecto túnel; el primero es que no sólo somos receptores, es decir, no sólo vemos nos centramos o ponemos el acento en lo que "vemos". Por ejemplo, si vamos a ser padres, nuestra atención estará en todo lo relacionado con bebés. Es algo natural, pero por serlo nos olvidamos cómo funciona, como nos condiciona. Creo que también somos emisores, es decir, que creamos los elementos que conforman esa visión. Como si fuéramos los credores de  una visión única y personalizada de nuestra vida.
Tendemos a pensar que si yo tengo unos problemas determinados, todo el mundo los tiene y los vive igual y no es cierto. Cada uno tiene su propia vida, su propio túnel, sus propias limitaciones autoimpuestas por su visión, que le son propias, únicas. Podremos encontrar personas afines pero eso no significa que ellas sean nosotros. Lo que digo puede parecer extremadamente obvio, pero no es así. Damos demasiadas cosas por sentadas, fruto de automatismos y de esa visión limitada. Ahora bien. El hecho de saber que somos creadores y no sólo receptores de esta realidad nos confiere una responsabilidad; esta responsabilidad es la que nos lleva al segundo que quería comentaros:
La capacidad de transformar ese efecto túnel, esa vision limitada. Es decir, transformarnos desde dentro; e impepinablemente, lo que transformamos dentro lo transformamos fuera. Pero, ¿cómo?. Primero observarnos, ver cuáles son esas visiones. Observar sin analizar, sin juzgar. El punto al que debemos llegar es hasta que lo observado nos haga vibrar de alguna manera. Intentando no caer en los pensamientos y procedimientos de siempre, intentar abrir nuevas formas, desde la tranquilidad, desde el no-esfuerzo pero desde la sí-intención. Ya os iré contando cómo va el experimento.
El video que pondré hoy, es significativo para mí. Es de Kate Bush, una cantante - para mí - privilegiada. La canción es "Cloudbusting"; tiene una ternura muy especial, muy de octubre....