jueves, 8 de diciembre de 2011

8 DE DICIEMBRE, PERDÓN POR LA OBVIEDAD


Hoy es un día muy especial para mí en muchos-muchísimos sentidos, en especial por ser fiesta :D. Bueno, no me hagáis demasiado caso.
Hoy sería el cumpleaños de mi abuela. Cumpliría 94 años (En la foto inferior, era de hace exactamente 2 años, el último cumpleaños que pudimos celebrar con ella). Supongo que en cierta manera, esta entrada es como un homenaje, un agradecimiento y una forma de destacar que nadie muere para quien le recuerda.
Le debo mucho a ella, por la forma en que manifestó su amor y su cuidado, por las cosas que me enseñó, por su forma de ser. No la tengo idealizada. Tuvo sus cosas buenas y sus cosas malas, pero está claro que su influencia sobre mi vida ha sido muy fuerte.
Me lleva a recordar estos 8 de diciembre, tradicional puerta de entrada a las Navidades. Cuando era pequeño, cogiamos nuestro Ford 125, gris (cosas de los 80), y mis padres, mis dos hermanos y yo nos subíamos a Avión  Plus-Ultra, donde vivían mis avis (abuelos). Teníamos la tradición de salir siempre tarde, la mayor parte de las veces por culpa de mi padre, que manifestaba así su desagrado por este compromiso "familiar". Llegábamos a las 2.15, aparcábamos en frente del número 6.
Subiamos las escaleras (no había ascensor), y a medida que íbamos subiendo más nos iba llegando el olor a comida al horno. Mi abuela tenía un don para la cocina. Mi padre siempre le decía que debería haber abierto un restaurante - por una vez, estoy de acuerdo con él. Nos esperaba en la puerta, elegante, pero con una bata que la cubría para no mancharse en la cocina. Le dábamos un beso de felicitación, su regalo (acostumbraba a ser una planta). Nos íbamos directos a la salita de la televisión donde esperaba el aperitivo: tónica, coca.cola, taquitos de queso, chorizo, lomo, aceitunas, patatas de churrero, almendras,
Luego era un placer comer, recuerdo sobre todo los "voulevant rellenos de gambas y champiñones" , y de segundo, o merluza rellena o medallones de solomillo de ternera con una cinta de bacon que rodeaba cada pieza, servido con una suave salsa de champiñones. Por último, el clásico pastel de "la Foix.".
Otros tiempos, pero a veces, recuperarlos es saludable.

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