miércoles, 7 de septiembre de 2011

APUNTANDO CON UNA LINTERNA HACIA DENTRO DE MÍ


La entrada de hoy supone todo un reto para mí ya que no tengo ni la menor idea de por dónde voy a tirar....
Supongo que eso le pasará a las mejores entradas. Que son totalmente impredecibles hasta para su propio autor.
Estos días tengo la cabeza girando como una peonza sobre una idea que no es nueva en este blog. La idea es que TODOS REPRESENTAMOS UN PAPEL. El problema es que llegamos a creérnoslo y asistimos cada día a nuestras propias representaciones, a veces con un único espectador: nosotros mismos.
Vale, es cierto, representamos un papel. El de quejosos, listos, pobres, ricos, con ambiciones o sin ellas, y así todas las combinaciones que nuestro cubo Rubik vital nos permita. Aceptar esto lleva más o menos tiempo. ¡Es cierto!, pero es un trabajo que tenemos que hacer si realmente queremos que nuestro paso por aquí tenga un sentido único y no el impuesto desde fuera (y consentido por nosotros mismos. Nada de quitarnos responsabilidades, ¿eh?).
El punto controvertido, el que realmente me está haciendo bailar es el siguiente: Si YO estoy representando un papel, y ahora soy intermitentemente consciente de ello.... ¿qué o cómo SOY realmente?. ¿qué hay debajo de la máscara?. Tengo que admitir que no tengo la menor de las ideas. Nunca me he detenido realmente a valorar esta idea. Pero ahora que lo hago me preocupa pensar que no haya nada. Es una reacción normal además teniendo en cuenta que no es verdad que no haya nada. Pero entonces, ¿cómo acceder a esa autenticidad? ¿Simplemente no siendo?.
Pero ¿qué es realmente no ser?. ¿Una piel de plátano sin fruta dentro?. Es curioso que la mayoría de autores de psicología transpersonal se dediquen a poner el acento a ser uno mismo, ser pleno, y feliz. Pero no expliquen cómo serlo. Cómo ser realmente uno mismo. Soy consciente de que cuando me quejo, cuando estoy contento, cuando expreso una emoción lo estoy haciendo desde un papel que he ido creando durante los años, por más puro y auténtico que piense que es ese sentimiento, esa sensación.
¡Menudo laberinto!. Si el Minotauro tuviera que esperar que hiciéramos algo, se moriría del aburrimiento.
Tengo que reconocer que estoy atascado. Que necesito pistas para seguir. Para dejar la máscara y descubrir cómo soy realmente. Incluso ahora que escribo con toda la buena intención, con todas las ganas de ser 100 % auténtico, soy consciente de que sigo representando un papel. No es algo malo. No es que sea falso o hipócrita. Simplemente hay algo más sutil, más puro que se me escapa.
De lo que sí estoy seguro es que no consiste en decir que "mi máscara es mala, mi interior al que ni tan solo conozco es buenísimo". No debemos enfocarlo como un conflicto si no como algo que tenemos que observar, ser conscientes y no entrar a valorar ni a criticar. Ni en nosotros ni en los demás.
A veces pienso que me encantaría escribir en este blog tal y como escriben otros en sus blogs. Seguros de lo que escriben, totalmente convencidos de que han encontrado la clave de sus propias conciencias. ¡Bien por ellos!.
¿Os cuento las fotos? Las dos son de una de mis ciudades favoritas, Freiburg (Alemania). El Cocodrilo es casi tan famoso en la ciudad como los propios canales. El video que pondré hoy es de Patrick WOlf y se titula "Time of my Life". ¡Sed juiciosos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario