¡SHHHHHHHHHHHHH! ¡SILENCIO!

Comienzo esta entrada escuchando a una Urraca. No sé lo que me dice, pero seguramente tenga mucho que ver con la entrada de hoy.

Llevo unos días adentrándome en la obra de Eckhart Tolle, como os comenté en la entrada pasada. Después de devorar "El Poder del Ahora", he tenido que seguir, como si de una mecha prendida se tratara, investigando más en ese Universo Eckhart. Mi siguiente porción del postre está siendo "Un Mundo nuevo Ahora".

Son enseñanzas muy sencillas y muy honestas. No te imponen nada, no te prohiben nada. No te dicen qué debes pensar o hacer. Simplemente, te dice : "Shhhhhhh!!! Silencio".

Poner en práctica algo tan sencillo tiene una gran ventaja, y es que cuando me caigo del caballo, metafóricamente hablando. Es decir, cuando vuelvo a pensar, a planificar, a juzgar, a temer, a dialogar "conmigo mismo", a protestar.... Volver al punto de equilibrio es terriblemente sencillo. "Ahora". Y es darse cuenta de que no habrá un momento más bello que éste, jamás. Entre otras cosas, por que no hay más ahoras que ....."ahora".

Para mí, una de las grandes liberaciones de vivir en presente, es que no estoy obligado a hacer, a decir, a ser (con minúsculas). No hay deberes, no hay objetivos. Simplemente, vivir este presente. No de una forma contemplativa, si no desde una entrega total. Por ejemplo, hacer esta entrada, no desde las formas (pensamientos) sino desde el sentir más profundo. Dejando que las palabras broten. Nadie dice que tenga que salir una obra de Nobel, pero seguro que salga como salga, saldrá perfecta pues no tiene ninguna intención.

No voy sobre ningua nube, ya me gustaría. Pero lo cierto es que voy más ligero de equipaje. Ahora, me es fácil observar las emociones y pensamientos cuando se presentan como una forma más, simplemente. Ahora sé también que la vida no tiene que ser uno de esos juegos de unir los puntos; en los que mientras escribo esto ya tengo que ir preparando lo siguiente que "debo" hacer.

Tolle dice que tenemos dos propósitos. El primero de ellos es éste: ahora. De tal forma que si te has puesto a rascarte la picadura de un mosquito, ese sea tu propósito. Vuelvo a insistir. Nadie dice que debas hacerlo perfecto, simplemente, hacerlo como si sólo existiera ese propósito. Siendo consciente de que te estás rascando. Bien visto, un acto tan sencillo como ese, ha requerido la auténtica conspiración del Universo para llegar a ese punto. Desde tu existencia, la del mosquito, pasando por la existencia de los seres humanos, o la de los mosquitos, la de un sistema nervioso que alerte de la picada, una mente que mueva el dedo para rascarte.... el mosquito que te ha elegido a ti. El espacio en que se produce todo esto-una habitación "llena" de aire, muebles, incluso más llena de "vacío". Me parece sorprendente la cantidad de cosas que damos por supuestas. Así que si soy consciente de todo esto, finalmente sólo me queda una cosa: experimentar.

El video que quiero poner es de la introducción de la película "Contact" (1997). Creo que una de las introducciones más bonitas de la historia del cine. Me interesa sobre todo, el paso del ruido al silencio. El Silencio con mayúsculas. Supongo que esto es lo que debe realmente "sonar" dentro de nuestra mente.