miércoles, 24 de agosto de 2011

TODOS LOS PASOS NECESITAN UNA SÓLA INTENCIÓN


Me parece una eternidad desde la última entrada, pero quería hacer un pequeño reposo para asentar todas las cosas que han ido pasando por mi vida, o mejor dicho, me han atravesado.
Pensando, meditando, y sin pensar y sin meditar he llegado a unos pasos que a mí me están funcionando bastante bien. Lo comparto, ¿vale?
Son pasos que de una forma u otra he puesto varias veces en otras varias entradas pero me parece fundamental resaltarlas.
1. Ansia de cambio. Esa fuerza que sale desde dentro que dice que la vida no está bien tal y como la estamos viviendo. Es interesante porque nos indica que si hay insatisfacción, hay VIDA, con mayúsculas. Hay algo que trasciende nuestra mente y nuestras emociones para salir del cascarón que nos hemos metido. Estoy seguro que esas ansias de cambio provienen de nuestra propia alma. De nuestro centro más sagrado. Puede no ser verdad, pero vale la pena estar abiertos a nuestras propias sensaciones internas.
2. La zona libre: Muchas veces nos sentimos mal por tonterías. Tonterías que tienen un efecto duplicador. Nos sentimos mal por la tontería en sí y por sentirnos así. Durante esta semana he tenido momentos así. Me he sentido mal por algo tan tonto como si la garrafa de agua la habían vuelto a dejar en la nevera tal y como yo la tenía o la han dejado donde les ha dado la gana. Me he sentido más mal por descubrirme a mí mismo pensando esta tontería que la rabia de la desconsideración. Tenemos un montón de emociones, actos reflejos, pensamientos, que no podemos poner debajo de la alfombra por el hecho de que estamos progresando en el mundillo interior. Al contrario, creo que hacer eso nos hace más daño y dificulta el avance. Así que creo que debemos crear un espacio de tiempo al día en el que podamos soltar libremente todos los sentimientos, emociones, pensamientos sin juzgarlos, sin analizarlos, sin pensarlos, sin intentarlos cambiar. La libertad no consiste en pasar del imperio de la mente, al imperio del espíritu. Pasaríamos de una dictadura a otra. La libertad se basa en la expresión. Y todo lo que hay dentro de nuestras vidas, todo, merece ser comunicado. Reprimir las emociones no servirá de nada más que para camuflar los dolores pasados y presentes. Así que en esta zona libre podremos soltarnos (con nosotros mismos) como queramos.
3. La zona NO SOY. Es una zona muy interesante. Cuando ya nos hemos liberado de las cosas que no nos dejan avanzar durante el día (como cuando sacamos la basura cada día), nos volcaremos en sentir lo que no somos, partiendo de la base de que por el momento no sabemos quienes somos realmente. El ejercicio que hago consiste en decir en silencio todo lo que no sois. Descubrimos en este punto que no somos ni una cosa ni la contraria, por deciros un ejemplo tonto: no soy listo, no soy tonto. No soy materialista, no soy espiritual. Definir cualquier cosa que seamos nos limita, y posiblemente ni tan solo sea cierta.
4. La zona NO SÉ. Es un poco lo que os conté en la última entrada. Llegamos a un punto en que nos damos cuenta de que no sabemos nada. Ni quiénes somos realmente, ni qué queremos ser, ni cómo. Tal vez aquí entre el punto más importante. Lo que va a definir el cómo va a ser nuestro camino: LA INTENCIÓN.
La intención que tengamos cuando realmente nos demos cuenta que ...no vemos nada. La intención de cambiar está muy bien. Esperemos que nuestra alma sea comunicativa al respecto, pero tal vez no sea suficiente. Saber cuál es nuestra intención es definir un rumbo o mejor dicho, una actitud.. Mi intención es descubrir y comunicar el interior que llevamos dentro, y si puedo hacer un mapa de ello, mejor que mejor. Esa es mi intención. Al ser una actitud, nunca va a depender de un resultado, ni de nada que pase en el exterior. Como si llego a los 99 años y no he descubierto nada. No pasará nada de nada, pues habré estado aliniado con mi intención. Habré sido coherente con ella. Y eso, cuenta para sentirnos centrados a cada momento (aunque a veces no nos lo parezca).
Perdonad el desorden de ideas, y si alguna de ellas no ha quedado poco clara, pero tenía ganas de poner exactamente lo que sentía sin pensar demasiado en estructuras morfosintácticas o gramaticales.
Las fotos. La semana pasada fue mi cumple (mañana hará una semana!!). En el pastel de aniversario me pusieron tantas velas que no cabian el pastel (claro que podía ser que éste fuera muy pequeño....también). Al día siguiente, me encontré todas las velas en un rincón de la cocina, como si estuvieran descansando del enorme trabajo de la noche anterior. Así que me vi obligado a inmortalizar el momento. La otra es de tres de los libros que me han regalado. Es curioso, pero todos me han regalado libros!. Lo que me lleva al video de hoy... no os digo nada, vedlo y ya me contaréis que os parece la idea. XD

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