domingo, 22 de mayo de 2011

CUANDO LAS REVOLUCIONES SON PODEROSAS


Nunca sabemos cómo ni el cuándo pero hay una certeza en la vida y es que la propia dinámica vital te corrige aquello que está mal o que está desordenado o que, simplemente, te hace daño.
Lo que está pasando estos días con la #spanishrevolution es, a parte de una inyección de ilusión y de optimismo, un ejemplo de que las cosas que pasan fuera pueden pasar dentro de nosotros mismos. Me explicaré.
No sé, nadie lo sabe, dónde acabará este movimiento romántico. Si realmente la gente está harta (y lo estamos de verdad!), buscará acciones, nuevos contactos, nueva gente, nueva forma de hacer las cosas para cambiar, para arreglar aquello que siente como injusto. Si os fijáis, nadie se atrevía a hacer nada porque pensaba que estaba solo, que nadie haría nada, que si él o ella hacían algo por sí mismos serían tachados como locos, revolucionarios, hippies. Pero las propias dinámicas de la vida, como decía al principio, tienden a corregir lo que no funciona. Simplemente hay que dejarse llevar, perder los miedos, y vencer las resistencias (que siempre serán muchas y poderosas). Para que el cambio funcione se necesitan tres cosas, según creo: ilusión, como motor de un cambio. Constancia, la base de toda "revolución" y finalmente, un objetivo flexible. Que sea flexible permite no ser dogmático, aceptar las situaciones que te vayas encontrando e ir trabajando durante "el camino" y te permite, encontrar más sensibilidades afines. Que el objetivo sea flexible no significa que no tengas determinación. Puedes decidir irte de viaje a Mongolia, pero la flexibilidad consiste en no decidir previamente el cómo, eso irá saliendo sobre la marcha.
Mi punto de vista, como comentaba antes, es que esto pasa también dentro de nosotros. Cuando estamos mal y decimos basta, es muy probable que surjan "espontáneamente" situaciones que nos coloquen frente a una nueva perspectiva. Ante ellas, solemos actuar como verdaderos "antidisturbios" (la razón nos dirá: "no lo hagas, tampoco estás tan mal" "eres demasiado ..... para eso" (poner encima de los puntos cualquier miedo). Pero peor que la razón son las emociones; al fin y al cabo son las que nos conducen a la mayoría de personas (aunque jamás lo reconozcamos). Podemos ir cambiando de forma de pensar, pero si nos fijamos, la forma de sentir nos parecerá invariable hasta donde consigamos recordar. Y es que ante una puerta que se abre, la razón te podrá "informar" de los peligros que corres, pero será la emoción quien decida pasar o no "tengo miedo, me siento..... ante este cambio". Pues bien, esas son las resistencias que debemos superar para que se produzca todo cambio. Vencerlas, dejar que la propia dinámica de la vida haga su trabajo, y mientras tanto, nosotros - cada uno de nosotros - trabajará ese cambio con ilusión, con constancia, sin miedo a perder nada y sobre todo, con un objetivo flexible.
Las fotos las tomé la tarde de este viernes, 20 de mayo, en la Plaça Catalunya (Barcelona). Era un parlamento que estaba dando Arcadi Olivés - extraordinario - a los "indignados" reunidos en la plaza. Y el video que pongo, es del mismo día, de la "cacerolada" popular a las 9.00 de la noche, a 3 horas del inicio de la jornada de reflexión. Espero realmente, que de aquí unos años, cuando releamos esta entrada, podamos sentir un orgullo por lo vivido y el éxito conseguido. Sed buenos!

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