Entre ayer y hoy he aprendido una valiosa lección, y además me han pagado por recibirla. Voy a comenzar por el titular y luego os explicaré la cadena de sucesos que me han llevado a esa conclusión. Comenzaré diciendo que llevo unos días extraordinariamente preocupado por el dinero y el trabajo. Bueno, sé que todos estamos más o menos igual pero eso no acaba de consolarme. Le expliqué a un amigo el cómo me sentía y éste me dijo cosas extraordinariamente sabias. No me lo esperaba. Y esa es otra de las lecciones que tenemos que aprender; saber escuchar a los demás pero también, abrirles el corazón. Antes de que se me vaya el hilo argumental, es verdad que yo soy de los que considera que no debo perjudicar a los demás con mis problemas, ni tan solo explicarlos. Es algo educacional; me enseñaron a quedarme los sentimientos para mí, como ya dije en la otra entrada. Bueno, volviendo al hilo. Este amigo me dijo primero que mi vida tenía unicamente dos películas que se reproducían a cada instante durante toda mi vida; la preocupación por el dinero, y luego mi percepción de falta de amor. También cosas del pasado (Sé que no es excusa, lo sé). A renglón seguido me dice, "Aunque tuvieras todo el amor del mundo y todo el dinero del planeta seguirías sintiéndote pobre e infeliz. Buscas una felicidad que no existe, y eso te hace daño". Entonces le digo "Cómo voy mejorar si me limito a conformarme con lo que tengo, que es nada". Siguiendo con su sabiduría me dice "tienes cosas que la mayoría de la gente no tiene. No consiste en desear ser más rico o más amado, sino tener ilusión por las cosas que hagas, independientemente del resultado. Pasito a pasito".
Finalmente me soltó la frase definitiva: "En esta vida, lo que quieren (el poder) es que sintamos lo que nos falta: el trabajo, el dinero, la salud, la alegría. Nos hacen infelices para tenernos controlados. Haciéndote saber que te falta algo eres vulnerable y dependiente". Dependes de un banco, de un jefe, de un profesor que debe puntuarte. Ahí está esl problema. Mi amigo tuvo razón. Así acabé mi clase teórica, ahora sólo quedaba enfrentarme a la clase teórica.
Hoy he vivido una situación que me ha parecido a todas luces injusta. No me lo he tomado como algo personal, pero sí que me he dado cuenta que se produce porque hay gente preparada para explotar las necesidades de los demás. Necesidades de cualquier tipo.La impotencia de la falta de empatía, de negociación. Simplemente la maldita barrera de "esto es lo que hay". No pongo lo que me ha sucedido. Eso es lo de menos, pero estoy seguro que todos hemos estado en los dos puntos; en el que hemos tenido que sufrir una injusticia, en la que se ha abusado del "esto es lo que hay, tómelo o vayase". Pero por otro lado, también se nos ha puesto en la obligación de ser injustos con alguien - un cliente, un amigo, un ciudadano, un alumno. Simplemente por que se nos exige unos objetivos sin atender a las necesidades de las personas. Y lo peor de todo, es que si dudas, o actúas con el corazón (actuación que no quita que te puedas equivocar), simplemente eres considerado como débil. ¿Os fijáis la situación? si actúas como un antidisturbios con los demás eres bueno, pero si actúas con comprensión y empatía eres un débil, utópico. "Esto es un negocio, no una ONG" (No entraré aquí a explicar las dos mentiras bien aparentes de esta afirmación).
No hay comentarios:
Publicar un comentario