He salido de mi "clase práctica" pensando "Qué injusta es la vida, justo ahora que parecía que comenzaba a entenderla"....He salido triste y a la vez, cabreado. Pero después de unos minutos me di cuenta de una cosa "La vida no es justa o injusta. La vida es como es. Pero nosotros, la sociedad, sí que vivimos en injusticia. La toleramos, la fomentamos, la expandimos". Dice mi madre, mujer muy metida en todo lo relacionado con "la nueva conciencia" que esta crisis que estamos viviendo, no es una crisis económica. Se esconde tras ella pero no lo es. Es una crisis de valores, de conciencia que está afectando al Ser desde todos los ángulos; el trabajo, el dinero, las enfermedades. (Mi madre dice que nunca ha visto a tantas personas con enfermedades como ahora. Ella es médico). Fijarse que he dicho personas que tienen enfermedades, no enfermos. Ese es otro "latiguillo" social; tu situación te describe: eres parado, enfermo, pobre, rico. Me niego. Yo no soy una parte o una descripción, aunque sea "Mozart era un genio". Lo siento, me estoy dispersando. Espero estarme explicando bien. Os propongo que hagáis un ejercicio. Coged papel y lápiz (o word y el teclado) y escribais todas las situaciones injustas que recordéis; tanto las que habéis sufrido como las que habéis provocado. ¿Qué tienen en común?Pensáis que os educaron para aceptar las injusticias y a la vez, ser "perpetuador" de ellas?. Si conocéis a una persona que siempre se porta con vosotros de forma justa y bondadosa, pensáis que es buena pero también "blanda"?. Yo, particularmente creo que más que revoluciones contra la injusticia, hay que trabajar desde dentro de cada uno de nosotros. Desde la educación infantil, tanto en la escuela, como desde la educación que damos (o daremos) a nuestros hijos. Sé exactamente cuál es el problema. No soy un utópico. El problema es que esta sociedad está diseñada de tal forma que aunque esté manipulada por unos pocos, todos (o casi todos) somos "agentes del orden" de la injusticia. Tenemos una chapa virtual en la solapa que pone "Lo siento, pero debo ser injusto". Nos han hecho vivir en una guerra silenciosa, discreta de "unos contra otros", del "sálvese quien pueda" o del "lo siento, pero mejor que te pase a ti que no a mí". Es esta "instrucción" bien larvada, bien construida de que no podemos ser unos "santos" en un planeta de tiburones - "Haz lo que quieras, pero se te comerán vivo. Tú no conseguirás nada y ellos habrán vuelto a ganar".
Sé que no es fácil. Soy consciente de dónde y el cómo vivo, pero hasta donde yo sé, tenemos sólo una vida y que nos pertenece. No es ni del banco, ni del colegio, ni de nuestra empresa o nuestros clientes, ni tan solo de nuestros padres. Es nuestra. Por eso, por muchas revoluciones que hayan nada, absolutamente nada cambiará si no "recuperamos" nuestra vida y no empezamos a tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen . Es curioso, estoy seguro que todos queremos lo mismo, incluso los que nos manipulan. Ser dueños de nuestras vidas, actuar justamente, y ser tratado con esa justicia, pero casi nadie hace nada por considerarlo "utópico".
Si os fijáis, toda la gente que se enfrenta a la muerte tiene una actitud totalmente diferente con la vida. Todos dicen lo mismo; "la vida me pertenece, es un don" y lo demás son tonterías que no merecen la pena.
Perdonad lo caótico del discurso de hoy, pero tenía muchas cosas que decir y no apetecía guionarlas.
A propósito; Yumi, muchas gracias por compartir conmigo esta "habitación".
El video que pondré hoy prometo que es "casualidad" pero es sobre un profesor en Japón que enseña a los niños valores como : el aprecio a la vida, la felicidad, la empatía, el respeto por los sentimientos de los demás, etc. Me ha impresionado tanto que se lo estoy pasando a todo el mundo. Aunque creo que este es el lugar en el que debe estar.
¡Gracias por leerme y por reflexionar!.
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