Es curioso cómo las crisis te revuelven como las olas. Te llevan de un lado a otro hasta que consigues dominar tu flotación. (la metafora de las olas no tiene nada que ver con el Tsunami!!).
Esta semana ha sido una semana muy complicada para mí, sobre todo por la aparición de mis tres peores enemigos: el miedo, la duda, y la ansiedad. El ver que el tiempo pasa y que no sólo no avanzo sino que empeoro me hace replantear más si cabe las cosas que no van bien en mi vida.
Digamos que esta semana he tenido dos lineas de pensamiento, totalmente complementarias.
La primera parte: TRANSICION:
Me he dado cuenta de una cosa curiosa y es que a medida que trabajo más en agradecer las cosas que he vivido y centrarme en las cosas que quiero para mi futuro; me he dado cuenta que son la misma cosa solo que potenciada y unificada. Personalmente, quiero tener unas cosas que ya he tenido en Ávila; libertad, independencia, propio espacio, autonomía, potencial, dinero. Pero de una forma constante, no como un reloj de arena. He tenido todo lo que quiero - he sido consciente - pero he visto como se me ha ido de las manos hasta llegar a donde estoy ahora. Una fase de transición imprescindible para que el siguiente paso, mi futuro sea mejor. Lo que me lleva al siguiente paso
La segunda parte: ACEPTACIÓN DE LOS ERRORES
Las transiciones no son como pasar una gripe. Debe hacer un trabajo interno para poder evolucionar, sobretodo si no quiere encontrarse ciclicamente con los mismos problemas.
Me preguntaba durante estos días qué debía hacer para mejorar, y prometo que no tengo ni idea de cómo sucedió, me di cuenta que lo que tenía que hacer era algo que jamás había hecho; darme cuenta de que sí estoy así es por culpa de mis errores y malas decisiones. Y que no bastaba con darse cuenta de eso, si no que había que coger un papel y comenzar a escribir todos los errores que recuerdo y que me han sacado de órbita. No vale echarle la culpa ni a dios, ni a los padres, ni a la infancia. Todo eso está genial hasta los 18 pero, a partir de una edad uno debe responsabilizarse de los errores. Muchas veces intentamos no afrontarlos pues parece que errar signifique premeditación, culpabilidad, alevosía. Tal vez alguna vez, pero no la mayoría de las veces. Se puede errar por desconocimiento, usando la buena fe, creyendo hacer caso a la intuición, dejándose llevar por el victimismo o el resultadismo o la presión autoimpuesta de que debo parecer más listo de lo que soy (en mi caso, miedo a mostrar lo tonto que soy). Por lo tanto, hacer esa lista, a más cosas hayan, mejor. Veremos un patrón, una constante y eso es lo que hay que arreglar. lo que hay que trabajar. No podemos pasar por la frontera de lo nuevo llevando lo de siempre. Así que ese es mi consejo.
Por otro lado, seguir agradeciendo las cosas que me pasan que están siendo sorprendentes para mi evolución. Hasta las cosas malas que me han sucedido han tenido un efecto muy importante y beneficioso para mi. Hay que estar alerta, observar y entender que el universo no deja un instante de comunicarse. Es verdad, sólo hay que estar atentos.
¿Sabéis cuales estoy viendo que han sido mis errores más importantes?. 1) La falta de un norte (aunque sea imposible) 2) El tomar mis pensamientos como verdad absoluta 3) La falta de acción y fe en mi mismo 4) Desconectar de los demás y 5) El gastar mi dinero en comprar tiempo en vez de comprar experiencias.
A trabajar!
El video de la semana es del programa "Salvados" de Jordi Evole - (el follonero). Me encanta su espontaneidad, su humor inteligente y cómo se hace con la gente.
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