viernes, 21 de enero de 2011

LOS OSOS POLARES NO LLORAN

Nunca os ha pasado, sobre todo a partir de agosto o septiembre, que echáis la vista atrás, pensáis en enero o en febrero como si fueran tiempos pretéritos. Como si os hablaran de vuestra infancia?. Yo tengo esta sensación. Lo que es disfuncional es tenerlo a 21 de enero. Supongo que en mi caso es que me cuesta extraordinariamente tener perspectiva. No me imagino cómo será mi verano. Dónde estaré, y esas cosas. Por regla general, cuando uno se plantea ese tipo de cosas se descubre -pasados unos meses- o en la casilla del inicio o muy cerca de ella. Bueno, este blog no pretende ser ningún diario ni nada parecido. Mucho menos un confesor en forma de 10010001. Sí, lo que quería decir es que estoy mirando lo que fue para mi el año pasado. El 2010. Os lo puedo describir con una sola palaba: "NADA". Lo que queda después de derrumbar un edificio, y limpiar los casquetes. Eliminé con ardor revolucionario todo aquello que me pudiera recordar al pasado, sin distinguir entre buenos y malos. No me arrepiento. Leí en alguna parte que cuando tienes crisis vitales debes sacudir bien tus ramas para que caiga todo aquello que sea innecesario, superfluo e irreal. Es igual. Me estoy implicando demasiado en esta entrada y no creo que la gente haga cola virtual para leerlo.
No sé. Volviendo al principio. Un día de agosto leeré esta entrada, veré la foto y el video. Pensaré en el frío que hacía (no es verdad, llevamos unos días primaverales en los que uno puede ir solo con jersey). Pensaré en las personas en las que pienso siempre, me cabrearé con ellas como siempre pero seguiré añorándolas, como buen idiota que soy. Pero en fin, como dice la canción "Eisbären müssen nie weinen"
Bueno, no iba a ponerla pero, que caray! es mi obligación "Eisbär" Grauzone. Es una letra tan tonta pero, mira...a los tontos nos gustan las cosas tontas.

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